jueves, 30 de agosto de 2012

Los Oficios del Diácono y del Anciano en la Iglesia Reformada


Instituto Bíblico Reformado
Por Esteban De Vries

CONTENIDO

Introducción

I.  El Oficio de Diácono en la Iglesia Reformada

A.  Servicio y la identidad cristiana
B.  Definición de Diaconía en el Nuevo Testamento
C.  La base bíblica para el oficio de diácono
D.  Requisitos para los diáconos
E.  La función de diácono en la iglesia de hoy


II.  El Oficio de Anciano

A.  Definición de las palabras Anciano y Obispo en el Nuevo Testamento
B.  El desarrollo del oficio de anciano en el Nuevo Testamento
C.  Requisitos para los ancianos
D.  La función de anciano en la Iglesia de hoy

III.  El Consistorio en la tradición Reformada

A.  Los miembros del consistorio
B.  La función del consistorio


Introducción

En este estudio, el cuarto en la rama práctica del pensum del Instituto Bíblico Reformado, nosotros quisiéramos considerar los dos oficios que forman la base de la estructura eclesiástica de la Iglesia Reformada.  Estos oficios son el de diácono y el de anciano.  Aunque hay muchos puestos y ministerios dentro de nuestras iglesias, consideramos que los oficios básicos y bíblicos son el de anciano y el de diácono.  Como veremos en la parte bíblica de este estudio, estos dos oficios fueron los que Pablo instituyó en sus iglesias y los que administraron el ministerio de dichas iglesias.

En los primeros quince siglos de la historia de la Iglesia, el significado bíblico de estos oficios se había perdido totalmente.  La Iglesia Romana continuaba usando los términos bíblicos, pero estos términos se habían divorciado del contexto y del ministerio que los habían producido.  Los oficios de anciano y diácono llegaron a ser dos botellas más en la jerarquía Romana.  Lutero y Calvino fueron los primeros en señalar cuán lejos andaba la Iglesia Romana del significado bíblico de estos oficios.  Y fueron también los primeros en corregir tal situación.  Calvino, aun más que Lutero, insistió en retornar estos puestos a sus ministerios bíblicos.  Calvino dice de estos oficios, La legítima ordenación de un presbítero es para que gobierne la Iglesia; y la de un diácono, para ser procurador de los pobres, (Institución de la Religión Cristiana, Libro IV, Capítulo V, Sección 4).  Aunque sea un resumen muy breve de estos oficios, es un buen punto para dar inicio a nuestra investigación.


Escuchando la voz de los primeros reformadores, volveremos al Nuevo Testamento para investigar la institución y el significado de estos oficios.  Veremos que, aunque mucho tiempo ha pasado y muchas cosas han cambiado, estos ministerios siguen siendo esenciales para la iglesia de hoy.  Por medio de este estudio esperamos animar a las iglesias locales a organizarse según estos principios bíblicos y reformados.  Para una iglesia ser bíblica, su organización y estructura tienen que ser bíblicas.  Muchos dirán que la estructura u organización de una iglesia no importa mucho.  Pero nosotros veremos todo lo contrario.  La estructura de la iglesia tiene mucho que ver con su identidad.  La Iglesia Romana imitó las estructuras de los gobiernos de su época y así se alejó de la Biblia.  Muchas iglesias hoy en día están imitando las estructuras y organizaciones que ven en el mundo.  Nuestra pregunta es: A dónde las llevarán estas estructuras?

1.  Qué pasó con los oficios de diácono y anciano en los primeros quince siglos de la historia de la Iglesia?

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2.  Por qué es importante que la Iglesia sea bíblica aun en su

estructura?_______________________________________

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I.  El Oficio de Diácono en la Iglesia Reformada

Aunque el oficio de diácono es desempeñado por unos pocos dentro de la congregación, la obra de diaconía es algo compartido por todos.  El hecho de tener un oficio que se llama diácono no es tanto para limitar el numero de personas que participan en la diaconía sino para facilitar la participación de todos.

Nosotros veremos en este estudio que la palabra diácono viene de una palabra griega que quiere decir, servir.  Hablaremos mucho de este servicio, pero, al fin y al cabo, veremos que este servicio es algo muy sencillo.  Y este servicio es un producto natural de la presencia del Espíritu de Cristo dentro del cristiano.  Si no se refleja esta actitud de servicio en la vida cristiana, no se refleja a Cristo.

A.  Servicio y la identidad cristiana.   Acabamos de decir que la diaconía es algo esencial para cada cristiano.  Es decir,  la actitud de servicio es fundamental para la perspectiva cristiana.  Jesucristo nos dio su ejemplo cuando les dijo a sus discípulos, ... el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir (Mat. 20:28).  Y estas palabras sirvieron como la base de su ministerio.  Desde su primer milagro en las bodas de Caná (Jn. 2:1-12) hasta el sacrificio total de su vida en Calvario, Jesús vino a servir.  Todavía muchas de nuestras iglesias practican el lavado de los pies (Jn. 13:1-20), una de las enseñanzas más explícitas de Jesús sobre la identidad cristiana.  Y ahora, le toca al pueblo cristiano continuar con esta muestra del amor divino.  Cuando el Nuevo Testamento nos  habla del servicio que rindió Jesucristo para su pueblo, está hablando de cómo este pueblo debe imitar y poner en práctica este mismo ministerio.


Aunque nosotros dominamos bien el lenguaje del servicio, la vida de servicio no es tan fácil de dominar.  Mientras hablamos como siervos, nuestras vidas demuestran que con frecuencia somos llevados por las mismas ambiciones que tiene toda la gente de este mundo.  O sea, en vez de servir, muchos de nosotros queremos subir.  Seguimos luchando contra nuestro propio orgullo y egoísmo en todas las áreas de nuestras vidas.  La Biblia, repetidamente, condena estas tendencias humanas.  En Proverbios vemos esta actitud como algo aborrecido por el Señor (Prov. 6:17).  Nosotros leímos también que Jesús no aceptó que hubiera competencia entre los discípulos (Mt. 20:26 y Mr. 10:43).  Cada vez que alguno de ellos manifestó el deseo de ser el primero, Jesús lo corrigió.  Pablo también, en Gálatas 6:3,4 llama la atención a los gálatas en cuanto a no pensar de sí mismos más de lo debido.  Este mensaje es también para nosotros hoy.

En el oficio del diácono y en el ministerio de la diaconía nosotros encontramos el remedio para esto.  Encontramos una palabra profética de nuestro Señor en cuanto a la identidad cristiana.  Cuando hablamos del sacerdote en el Antiguo Testamento (Oficio de Creyente, p. 15), nosotros vimos que su vida de dedicación y servicio servía como un ejemplo profético de cómo debía ser la relación entre Dios y su Pueblo.  En el oficio de diácono tenemos algo muy semejante.  En este ministerio de servicio se resumen la actitud y el amor de nuestro Señor.  Se demuestra la disposición del cristiano a someterse (Ef. 5:21) y a servir a su prójimo (Lc. 10:25-37).  Esta disposición a servir es el único remedio para el orgullo humano, y el oficio de diácono debe ser caracterizado por ella.

B.  Definición de Diaconía en el Nuevo Testamento. Nuestras palabras diaconía y diácono vienen de un grupo de palabras griegas relacionadas con la idea de servicio.  Nosotros veremos aquí tres de los usos de estas palabras en el NT.  Comenzamos con el sentido más específico, luego pasaremos a un significado más general y, tercero, veremos la idea del diácono como uno de los oficios de la iglesia primitiva.


Significado literal: Diakoneín o Diakoneo, el verbo,  tiene como significado principal la idea de servir a la mesa.  Encontramos esta palabra con este sentido en muchos lugares en el NT, por ejemplo Lc. 17:8 y Jn. 12:2.  En el mundo griego esta clase de servicio pertenecía solamente a los siervos y esclavos.  No era un trabajo digno de un hombre libre.  El que lo hacía ocupaba una posición muy baja en la sociedad griega.  Para los judíos, la idea de servir al otro no era tan ofensiva, pero tampoco era un trabajo de mucha dignidad.  Los discípulos frecuentemente pensaban y hablaban de quién era el mayor entre ellos y, seguramente, fueron sorprendidos cuando Jesús les dijo:

Porque, cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve?  No es el que se sienta a la mesa?  Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.  Lucas 22:28
Esta imagen, la de una persona atendiendo a la mesa, debe grabarse en nuestra mente porque esta imagen debe caracterizar toda nuestra vida.

Significado general.  Además de servir a la mesa, la palabra diakoneín llegó a significar un servicio en general.  Los siete hombres elegidos en Hechos 6 tenían como su responsabilidad el servir a las mesas, pero lo que les tocó a ellos fue más bien la supervisión de dicha distribución.  Su servicio era el de supervisar y organizar esta obra de misericordia de parte de la iglesia primitiva.

Jesucristo llega aun más allá de lo que constituye un trabajo de poca dignidad.  Diakoneín no tiene que ver solamente con lo que uno hace de vez en cuando, sino, con lo que uno es.

Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos(Mr. 9:35) y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.  Mr. 10:44


En este sentido nuestro servicio llega a incluir todos los aspectos de nuestras vidas.  Nosotros debemos dedicarnos al servicio de nuestro prójimo tanto como Jesús se dedicó al servicio nuestro.  Aunque todos los dones espirituales deben y pueden ser utilizados en el servicio a los demás, los dones de acción y misericordia están más íntimamente relacionados con la idea de diaconía en el Nuevo Testamento.  Por esto, el oficio de diácono en la iglesia se ha fijado principalmente en las necesidades físicas de la congregación y la comunidad.

El Oficio de diácono en el NT.  En la próxima sección hablaremos más de la base bíblica para el oficio de diácono en el NT.  Estudiaremos cada uno de los pasajes que hablan de dicho oficio.  Ahora, quisiéramos señalar solamente que dentro de los muchos dones y oficios que el Señor le ha dado a su iglesia, el oficio de diácono fue incluido como parte de la permanente organización de la iglesia desde el principio.  Se entendía desde los primeros días de la historia de la iglesia que la obra de misericordia era parte de su ministerio.  El oficio de diácono llegó a ser la respuesta institucional de la iglesia a la necesidad que la rodeaba.

3.  Es la obra de diaconía solamente para los diáconos?

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Por qué si o no?_______________________________

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4.  Cuál es la relación entre servicio (diaconía) y la identidad

cristiana?________________________________________

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5.     El ministerio de diaconía es el remedio para

____________________que encontramos en este mundo y

en nosotros.  Por qué y cómo?_______________________

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6.  Cuáles son los tres usos de la idea de diaconía en el NT

y qué significan?__1)_______________________________

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C.  La base bíblica para el oficio de diácono.   Aunque el grupo de palabras que hemos definido en la parte anterior se encuentra en toda parte del Nuevo Testamento, la palabra diákonos, con el significado de un oficio en la iglesia, no aparece con tanta frecuencia.  Los pasajes que nos dicen algo de este oficio llegan a ser solamente cuatro.  Sin embargo, son más que suficientes para ayudarnos a ver la importancia que tenía este oficio en la vida de la iglesia primitiva.

Hechos 6:1-6.  Muchos consideran que en este pasaje de Hechos nosotros tenemos la institución del oficio de diácono.  Nuestra iglesia y nuestra tradición reformada siempre han interpretado este pasaje de esta manera.  Pero otros han dicho que este pasaje tiene muy poco que ver con el oficio de diácono en la iglesia, y que representa solamente la solución de un problema único en la vida de la iglesia primitiva.

Es cierto que este pasaje no nos dice que los siete hermanos, elegidos por todos los discípulos, fueron ordenados como diáconos.  También es cierto que los Apóstoles estaban pensando más en su problema que en la estructura de la iglesia.  Nosotros no sabemos si era su intención crear un oficio nuevo en la estructura de la iglesia.  Es probable que todavía en esta fecha no hubieran pensado mucho en la estructura de la iglesia.  Tenían un problema, y debían resolverlo.  

Sin embargo, es casi imposible negar la relación entre este pasaje y la institución eventual del oficio de diácono.  Afirmamos esto por las siguientes razones:


1.  La Naturaleza del Ministerio: Los siete hermanos fueron llamados a administrar y supervisar la distribución diaria para las viudas de la congregación.  Aunque no se llaman diáconos en este pasaje, vemos que este título se les aplica en ambos sentidos, el literal y el general.  Ellos tenían que servir a las mesas y tenían que servir como administradores de dicha distribución.  En este ministerio, ellos representaban la iglesia entera.

2.  Una división de labor: Es difícil pasar por alto la manera en que la obra de la iglesia fue compartida en este pasaje.  Unos fueron elegidos para ocuparse de la obra de misericordia y otros quedaron con el ministerio de la palabra.  Esta división serviría luego como la base para los distintos ministerios de los diáconos y los ancianos.  Para ambos, la llenura del Espíritu era necesario (Hch. 6:3 y 20:28), y en ningún caso implicaba esta división que el que ocupaba un puesto no pudiera ejercer sus dones en la otra área (como los casos de Esteban y Felipe).

3.  Una elección, un llamamiento formal y una ordenación de parte de la iglesia.  La formalidad con que la recién formada iglesia resolvió este problema es impresionante.  Vemos el principio (en la iglesia) de principios bíblicos y duraderos como la elección de oficios por los miembros, el llamamiento de ciertas personas para ocupar ciertos puestos y la ordenación de dichas personas para sus ministerios.  Además del inicio del ministerio de los diáconos en la iglesia, este pasaje nos enseña mucho sobre cómo la iglesia debe enfrentar los problemas que siempre aparecen.

Filipenses 1:1.
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos...


En este pasaje, y más tarde en I Tim. 3, nosotros podemos ver cómo los oficios de diácono y obispo (o anciano) llegaron a ser los primeros puestos institucionales de la iglesia primitiva.  Pablo aquí se dirige a toda la congregación (a todos los santos) pero también quiere mencionar a los que ocupaban los puestos de liderazgo dentro de la iglesia, los diáconos y los obispos.  De la función de estos diáconos no sabemos mucho.  La Biblia no nos da una lista de actividades diaconales.  Sin embargo, tenemos una definición amplia de la idea de diaconía y de esta definición derivamos lo que era la función diaconal.  Este pasaje sirve principalmente para confirmar que en la iglesias desarrolladas por Pablo existían dos oficios: el de obispo y el de diácono.

Romanos 16:1-2.
Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

Una vez más encontramos algo del oficio de diácono en forma casi accidental.  Aunque el motivo de Pablo aquí no es el de darnos una lección sobre la diaconía en la iglesia del NT, aprendemos algo nuevo.  Lo que descubrimos aquí, y también en I Tim. 3, es que además de diáconos había también diaconisas.  En este caso la diaconisa se llamaba Febe y Pablo la recomendó a la iglesia de Roma.  Ella, aparentemente en su capacidad de diaconisa, había ayudado a muchas personas inclusive a Pablo mismo.

Este pasaje de Romanos y los demás pasajes citados arriba nos hacen creer que la iglesia, a una edad muy temprana, estableció e instituyó el oficio de diácono.  Pero el pasaje más conclusivo en cuanto a este asunto es el que viene en la próxima sección, I Tim. 3:8-13.

      D.  Requisitos para los Diáconos - I Timoteo 3:8-13

Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.  Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.  Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.  Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.  Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.  I Tim. 3:8-13

Con este pasaje nosotros podemos concluir que el oficio de diácono jugaba un papel importante en la vida de la iglesia del NT.  Pablo, en esta carta a Timoteo, quería establecer algunas normas para las personas que ocupaban este puesto.  Obviamente, no era algo que todo el mundo podía hacer.  Resumimos estos requisitos personales en la forma siguiente:

1.  Honestidad.  Tres de las cuatro características  mencionadas en el versículo 8 tienen que ver con la honestidad: honestos, sin doblez y no codiciosos de ganancias deshonestas.  En el versículo 11, hablando de diaconisas (o, posiblemente, las esposas de diáconos), el Apóstol dice que no pueden ser calumniadoras.  Aunque la Biblia no nos dice con claridad cuál era la función del diácono, se supone que la iglesia entregaba a ellos los recursos necesarios para llevar a cabo su ministerio de misericordia.  Tenían que ser personas de mucha confianza.  Por esto, esta característica o cualidad aparece repetidamente.  Dios quiere que todos los miembros participen en el ministerio de misericordia de la iglesia.  Pero si los encargados de dicho ministerio son corruptos, ningún miembro les dará su ofrenda.

2.  Seriedad.   Además de ser honestas, estas personas tienen que ser serias.  Pablo dice que no pueden ser dados a mucho vino y que tienen que ser sometidos a prueba primero, las mujeres tienen que ser sobrias.  Siendo un puesto de mucha responsabilidad la iglesia no puede dejar que sea ocupado por personas que no aprecien esto.  La persona que no toma en serio todos los aspectos de la diaconía de la iglesia no es digna de ocupar este puesto.

3.  Integridad.   Versículo 9 nos dice que el diácono debe guardar el misterio de la fe con limpia conciencia.  En versículos 10 y 11 vemos las características de ser irreprensible y de ser fiel en todo.  La persona que tiene estas características es una persona con integridad, una persona que no tiene defectos o grietas en su carácter.  Fiel en todo e irreprensible son otras maneras de decir esto.  Pablo quería que la persona que ocupara el puesto de diácono fuera total y completamente dedicado a su Señor y a su iglesia.  Si había flaqueza o variación alguna en alguien, Pablo quería descartar a tales personas.

4.  Madurez. Cuando Pablo dice, Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado..., está diciendo que no quiere novatos en el puesto.  Aunque todo cristiano tiene el Espíritu Santo, la Biblia nunca descarta la importancia de experiencia y madurez para la iglesia.  De una vez, todo cristiano debe participar en la obra de la iglesia, pero, según Pablo y otros, los puestos de liderazgo deben ser reservados para gente de experiencia y madurez.  Debe haber un período de prueba para todos, antes de que se les dé el puesto de diácono.


5.  Tener su propia vida en orden.   Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas (v. 12).  Este último requisito es algo que mencionamos frecuentemente con los pastores y ancianos, pero también se aplica a los diáconos.  El hogar es donde uno no puede esconder sus fallas o defectos.  El carácter del individuo se manifiesta en el hogar, en toda sus extensión, con luz meridiana.  Por esto, es una de las mejores pruebas en cuanto al carácter cristiano.  Muchas veces los cristianos están dispuestos a pasar por alto los problemas familiares de sus líderes, porque líderes buenos son tan difíciles de encontrar.  Sin embargo, estas iglesias pagarán un precio alto por no haber tomado en serio estas exhortaciones.  Lo que se ve en la familia, tarde o temprano, se verá también en la iglesia.
7.  Cuáles son las tres razones que utilizamos para afirmar la relación entre Hechos 6:1-6 y el oficio de diácono?

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8.  Cuál es la importancia que tiene Filipenses 1:1 para

nuestra discusión sobre la diaconía?____________________

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9.  Quién era Febe y por qué es importante para nosotros?


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10.  Cuáles son los cinco requisitos para ser diácono según el Apóstol Pablo en I Timoteo 3:8-13?

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E.  La Función del Diácono en la iglesia de hoy.  Si nosotros estudiáramos el orden o las reglas internas de todas las iglesias evangélicas, encontraríamos que el oficio de diácono se emplea con fines muy distintos.  En algunas iglesias el diácono es el asistente del pastor.  Cuando el pastor no puede hacer algo, le toca al diácono.  En la iglesia romana los diáconos existían solamente para servir a los que ocupaban puestos más altos en la jerarquía romana.  Entendieron la idea de servicio, pero sirvieron a los grandes en vez de a los pobres.


Aquí en esta parte final del estudio sobre diaconía, quisiéramos volver a la base y definición bíblica de esta palabra.  Usaremos la primera parte de este estudio para formular nuestro concepto de la función del diácono en la iglesia de hoy.

La Educación.  A nosotros nos parece que la primera tarea del diaconado es la educación.  Los diáconos, una vez que entiendan la importancia de su ministerio para la salud de la iglesia, tienen que educar a los miembros.  Por medio de charlas, estudios y visitas, los diáconos pueden y deben enseñar a la congregación en cuanto a sus responsabilidades frente a tantas necesidades físicas.  Muchos cristianos creen que lo único que importa es el alma y, por esto, no aceptan que el cristiano deba involucrarse en cosas que no sean puramente evangelísticas.  Pero la Biblia nos enseña que Dios siempre se ha preocupado por las condiciones físicas del ser humano.  En el llamamiento a Moisés Dios le habla a él del sufrimiento (principalmente físico) de su pueblo.  En Éxodo 3:7 Dios dice:

Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias.

Y cuando se estableció el reino de Israel, las leyes y las normas agrarias eran tales que no permitirían los abusos e injusticias que el mismo pueblo de Israel había sufrido de parte de otras naciones (Lev. 25).

Al diaconado le toca enseñarle a la congregación la totalidad de la revelación bíblica en cuanto a nuestra participación enn asuntos de misericordia, justicia y otros problemas sociales.  La iglesia evangélica, por tener una doctrina deficiente en cuanto a la obra diaconal de la iglesia, ha pasado por alto una gran parte de su responsabilidad en este mundo.  Que nuestros diáconos nos ayuden a corregir esta falla en nuestro ministerio!  


La Coordinación.  Habiendo educado al pueblo de Dios de esta manera, los diáconos deben coordinar proyectos y programas para que la iglesia pueda poner en práctica todo lo aprendido.  Los diáconos deben trabajar primeramente con las necesidades de la iglesia, y luego deben incluir la comunidad.  Dentro de la iglesia los diáconos pueden coordinar un programa de visitas para las viudas, enfermos y necesitados, brindándoles el apoyo que se necesite.  Deben asegurar también que la iglesia entera esté cumpliendo con sus deberes financieros y que los recursos de la iglesia se estén utilizando en una manera efectiva.

En cuanto a la comunidad, los diáconos pueden hacer encuestas e investigaciones para determinar cuáles son los problemas más difíciles para sus vecinos.  Habiendo identificado ciertos problemas, el diaconado de la iglesia puede coordinar con la junta de vecinos o con otra iglesia en el barrio un programa para tratar estos problemas.  Trabajando así, fuera de la iglesia, nos da la oportunidad de expresar el amor de Dios con acciones concretas y visibles.  Los miembros de la comunidad se darán cuenta del valor que esta iglesia tiene para su comunidad, y también se darán cuenta del amor de Dios en su medio.

Coordinado así, dentro y fuera de la iglesia, los diáconos pueden ofrecer soluciones a mediano o largo plazo a los problemas que enfrentan nuestras iglesias y comunidades.  Pueden lograr que la comunidad entera sienta y aprecie la presencia de la iglesia.


La Aplicación.   Por supuesto, a los diáconos también les toca la aplicación de la misericordia de Dios a situaciones específicas, no solamente la coordinación y administración de programas.  Sobre todo, en iglesias pequeñas los diáconos tendrán que participar en la obra diaria de la diaconía.  Donde hay pocos recursos, y poca gente, los mismos diáconos tendrán que hacer la mayoría de las visitas y una buena parte del trabajo.  Pero no pueden dejar de capacitar a toda la iglesia.  La obra de misericordia no pertenece solamente al diaconado, sino a cada cristiano.

Hermanos míos, de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? Podrá la fe salvarle?  Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, de qué aprovecha?  (Santiago 2:14-16)

11. Cómo funciona el diaconado en otras iglesias y

tradiciones?______________________________________

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12. Cuáles  tres funciones del diácono identificamos y qué

significan?_1)_______________________________________

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II.  El Oficio de Anciano

El oficio de anciano en el NT es un oficio que puede ser definido con dos palabras: enseñanza y supervisión.  A los ancianos se les entregaron las responsabilidades de gobernar a la iglesia y enseñarle la pura doctrina de la Biblia.  Era un puesto de mucha autoridad dentro de la iglesia y, también, un puesto de mucho honor (I Tim 5:17).

Nosotros encontramos ancianos (en el sentido oficial) en casi todas las partes del NT.  Los encontramos en la primera iglesia en Jerusalén  (Hechos 11:30), y los vemos también en las iglesias que Pablo y Bernabé levantaron en sus viajes misioneros (Hechos 14:23).  Santiago y Pedro mencionan los ancianos de la iglesia en sus escritos y nosotros tenemos que concluir que este oficio también llegó a ser una parte permanente de la estructura de la iglesia del NT.  Al establecerse los grupos de cristianos, (nuevas iglesias) el liderazgo de dichos grupos también cambió.  En vez de dirigirse por unos dones puramente carismáticos, se adoptó este sistema de dos oficios (diácono y anciano) para todas las iglesias.  En esta manera el Espíritu y los fundadores de estas iglesias proveyeron para el futuro de la iglesia.

A.  Definición de las palabras anciano y obispo en el Nuevo Testamento: El Nuevo Testamento utiliza dos palabras para describir a las personas que ocupaban el oficio de anciano.  Estas dos palabras en griego son presbyteros y episkopos.

La palabra presbyteros quiere decir, sencillamente, anciano o viejo.  En el NT nosotros encontramos esta palabra con referencia a dos grupos.  Primeramente la palabra puede significar personas mayores de edad.  Pablo da algunas instrucciones en cuanto al trato de los viejos o ancianos de la iglesia en sus cartas.  Le dice a Timoteo:


No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.  (I Tim. 5:1-2)

Aquí, como podemos ver, Pablo explica al joven pastor Timoteo cómo él debe comportarse con las personas de distintas edades.  No se refiere a ningún oficio sino, a una edad avanzada.  Con este significado sencillo la palabra presbyteros se usa con frecuencia en el NT.

Pero el significado que más nos interesa para fines de este estudio, es el significado del oficio de anciano.  En Hechos 14:23 Lucas nos relata en cuanto al trabajo misionero de Pablo y Bernabé:

Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

Obviamente en este pasaje y en otros (Hch. 20:17,18, por ejemplo), los ancianos eran las personas locales a quienes los apóstoles entregaron la autoridad y la dirección de la iglesia una vez establecida.  La palabra presbyteros en sí se refiere a la experiencia y madurez de dicha persona, y a su capacidad de ejercer autoridad en la iglesia.  Veremos algo más de la función del anciano cuando estudiemos los requisitos para dicho oficio.


La segunda palabra que se utiliza para referirse a este oficio es la palabra episkopos.  Episkopos, como título, habla más de la función del oficio que de la persona quien lo ocupa (como es el caso con la palabra anciano).  Episkopos se traduce en castellano como obispo, y no hay nada de confusión en cuanto a qué se refiere.  Se refiere siempre a una persona que vigila, cuida, supervisa o dirige a otros.  Bíblicamente, la idea o palabra más cercana es la de pastorear.    Las dos ideas se juntan en   I Pe. 2:25 donde Pedro habla de nuestro Señor diciendo:

Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.

El oficio de obispo (episkopos) rápidamente llegó a ser un oficio más alto en la estructura de la iglesia primitiva.  Pero nosotros podemos ver que en su principio no fue así.  Había solamente dos oficios en este sentido: el de episkopos/presbyteros (anciano) y el de diakonos (Fil. 1:1).

Nosotros afirmamos que en el NT las palabras episkopos y presbyteros se refieran al mismo puesto en la iglesia por dos razones.  Primero, encontramos que la función que se relaciona con cada uno de estos títulos es la misma.  Aunque se usan dos términos distintos para referirse a esta función, la función o el oficio es el mismo.  Segundo, tenemos dos pasajes en el NT donde se utilizan ambos títulos para hablar del mismo grupo de personas.

En Hechos 20:17 leemos que Pablo hizo llamar a los ancianos de la iglesia.  Los ancianos vinieron donde Pablo y si seguimos con la lectura vemos que Pablo les dirigió un discurso de despedida.  En versículo 28 del mismo capítulo, Pablo, dirigiéndose a estos mismos ancianos, les dice:

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

Pablo, obviamente, consideraba que los títulos de anciano y obispo referían al mismo oficio.  Además, encontramos otra vez la relación entre obispo y pastor.  Para Lucas y Pablo, ser obispo significaba pastorear.


El segundo pasaje que utiliza ambos términos en referencia a las mismas personas es Tito 1:5-7.  Veamos:

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.  Por que es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios....

Sería muy difícil negar que Pablo tuviera el mismo grupo de personas en mente cuando escribió estas palabras.  Y, por estas razones y estos pasajes, nosotros concluimos que las palabras anciano y obispo refieren al mismo oficio en la iglesia.

B.  El desarrollo del oficio de anciano en el NT.  La tradición de ver a los ancianos como pastores del pueblo de Dios es muy larga en el Antiguo Testamento.  Casi desde el principio de la historia de Israel Dios a tratado con los ancianos como representantes de, y pastores para su pueblo.  Fueron los ancianos quienes supervisaron la Pascua en Ex. 12:21, y quienes también recibieron la revelación de Sinaí en Ex. 19:7.  En muchos casos es difícil discernir si es un puesto formal o una mera descripción.  Aunque existe esta confusión con varios pasajes, hay bastante evidencia para concluir que en Israel y también para los judíos en exilio, los ancianos eran los que supervisaban la vida espiritual y enseñaban la ley de Moisés (Mr. 7:8).


Al establecerse, era natural que los nuevos grupos cristianos se organizaran en una manera semejante.  Mencionamos arriba que la primera iglesia en Jerusalén tenía ancianos desde una edad muy temprana.  En Hechos 15:2 nosotros vemos los ancianos trabajando al lado de los apóstoles.  Puesto que el oficio de apóstol iba desapareciendo con la muerte de los que andaban con Jesús, era necesario entregar la autoridad de la iglesia a otros.

Vemos que Pablo, en sus viajes misioneros, no abandonaba un sitio hasta que tuviera ancianos preparados (Hch. 14:23 y 20:32) para continuar con la dirección de estas obras misioneras.  En las cartas pastorales descubrimos que las funciones de predicar y enseñar pertenecían especialmente a los ancianos.

El apóstol Pedro, por su parte, habla con los ancianos en términos pastorales.  Les exhorta a tener mucha cautela en cuanto al ejercicio de su autoridad (I Pedro 5:3) para que no sean como los demás gobernantes de este mundo.  También vemos en Pedro que el trabajo del anciano está comparado con el mismo trabajo de nuestro Señor.  Pedro anima a los ancianos diciendo:

Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.  (I Pedro 5:4)

También bajo el liderazgo de Santiago vemos que la iglesia fue organizada con ancianos.  Santiago les dice a sus lectores que al caerse enfermos deben llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por ellos.  Sigue diciendo que, la oración de fe salvará al enfermo (Santiago 5:14 y 15).  En Santiago, y también en Timoteo (I Tim. 4:14), se ve que no se ha pasado de un sistema dirigido por el Espíritu a un sistema dirigido por hombres.   El Espíritu sigue repartiendo sus dones y sigue guiando la iglesia.  Pero dentro de un tiempo, relativamente corto, la iglesia comenzó a formalizarse bajo ciertas normas.  Como dijo Pablo en I Cor. 14:40, pero hágase todo decentemente y con orden.


En cuanto a la selección de los ancianos, nosotros sabemos que en el principio ellos fueron escogidos y ordenados por los mismos apóstoles (Hch. 14:23).  Sin embargo, vemos también que en muchos casos la misma iglesia tuvo la oportunidad de elegir a sus propios líderes y oficiales (Hch. 6:1-6, 13:1-3).  Al incluir las listas de requisitos para ancianos en sus cartas, se supone que Pablo contaba con la participación de la congregación en la selección de los ancianos también.  Aunque no hay un mandato claro, la dirección del NT tiende hacia la participación de todos y, por esto, las iglesias reformadas siempre han solicitado la participación de todos los miembros en la selección de los ancianos.
13.  Las dos responsabilidades principales del anciano son:

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 _2)_____________________________________________.

14. Cuáles son los dos significados de la palabra

presbyteros?__1)__________________________________

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15. Qué significa la palabra episkopos y con qué idea se

relaciona en el NT?_________________________________

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16. Por qué afirmamos que las dos palabras se refieren al mismo oficio? (Dos razones y dos pasajes)

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17. Es cierto que con la organización de la iglesia ésta dejó

de ser dirigida por el Espíritu? ______________________

Por qué sí o no?_________________________________

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C.  Requisitos de los ancianos. Pablo, en dos ocasiones, nos provee una lista de requisitos para los que quieren asumir el ministerio del oficio de anciano.  La primera lista se encuentra en I Tim. 3, y la segunda en Tito 1.  Pedro también menciona algunas cosas con relación a los que ocupan este oficio en el quinto capítulo de su primera carta.

Para los ancianos una buena parte de esta lista es igual a la lista de requisitos para los diáconos.  Comenzaremos con esta misma lista, y veremos al final algunas otras cosas también.

Honestidad.  El anciano tiene que ser honesto.  Lo interesante en cuanto a la honestidad del anciano y del diácono es que se extiende a todas las partes de la vida.  Ser honesto no es algo que tiene que ver solamente con los hermanos en la iglesia.  La honestidad incluye hasta los negocios personales.  Mientras algunos cristianos sufren de una codicia por ganancias deshonestas, Pablo la prohíbe para el anciano en I Tim. 3:3 y Tito 1:7.

Seriedad.  Otra vez, el anciano tiene que llenar los mismos requisitos que los diáconos, pero con algunas cosas adicionales.  En I Tim. 3:2 y Tito 1:8 Pablo dice que los ancianos tienen que ser prudentes o dueños de sí mismos.  En I Tim. 3:3 y Tito 1:7 vemos que el anciano no puede ser violento o iracundo, tiene que ser estable, amable y apacible.

Integridad.  Es necesario que el anciano sea irreprensible (Tito 1:7).  Su vida tiene que dar testimonio de lo que enseña con su boca.  Si la vida y la palabra no son coherentes la una con la otra, toda la iglesia sufrirá.  La integridad está relacionada con la honestidad, pero es más extensiva.  Va más allá de la palabra e incluye todo aspecto de la vida.

Madurez.  I Tim. 3:6 dice: no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.  Los puestos de mucha responsabilidad y autoridad no son para recién convertidos, y Pablo explica el porqué.  Sería demasiado fácil para el nuevo líder caer en la mentalidad orgullosa de la cual él acaba de salir.  Para evitar esta tentación y este riesgo, Pablo dice: no un neófito.


Tener su propia vida en orden. Aquí Pablo utiliza casi las mismas palabras que utilizó cuando les habló a los diáconos.  Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (I Tim. 3:4).  En Tito Pablo es aún más exigente en cuanto a la familia del anciano.  Allí dice: marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía (Tito 1:6).   Se ve una vez más que la familia de un líder en la iglesia es una parte integral de su propio testimonio.

Además de estas cinco características, hay dos más que tienen una importancia única para el anciano.  Ellas son: buenas relaciones humanas y la capacidad para enseñar.

Relaciones Humanas.  No es fácil bregar con gente!   Yo no sé cuántas veces he escuchado estas palabras salir de la boca de líderes de la iglesia.  Y las palabras son ciertas: no es fácil.  Sin embargo, este es el trabajo del anciano.  El anciano tiene que estar con su gente, guiando, supervisando, enseñado y animándola.  Por esto, el anciano, además de conocer la palabra, tiene que conocer a su gente.  Tiene que saber cómo tratar a estas personas.  Y en esta área de las relaciones humanas, Pablo y Pedro nos brindan unos consejos excelentes.

En I Timoteo Pablo dice lo siguiente: sea sobrio, prudente, decoroso, hospedador....(3:2) y luego, en el versículo 3: sino amable, apacible....  En el versículo 7 Pablo habla de su reputación diciendo: También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera....  En Tito 1:8 se expresa la misma idea con estas palabras: sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo.

A todo esto Pedro añade unas palabras de cautela en cuanto a cómo se debe ejercer la autoridad del oficio:


Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.  (I Pe. 5:2-3)

Pedro sabía que el liderazgo de ejemplo podía lograr mucho más que un liderazgo de palabras fuertes.  Así que Jesús ejerció su autoridad por medio de su vida ejemplar, Pedro recomienda que hagamos lo mismo.

Tomando en cuenta todas estas cosas, nuestro ministerio puede ser mucho más eficaz.   Pero por no saber como tratar a la gente, los problemas pequeños se empeoran.  Aplicando el consejo de Pablo y Pedro, esperamos resolver los problemas mientras todavía son insignificantes.

Apto para enseñar. Aunque este es el último requisito en nuestra lista aquí, creemos que es uno de los más importantes.  Todas las demás cosas o apoyan o hacen daño a la capacidad de uno enseñar.  La persona que llene todos estos requisitos y también sea apto para enseñar, será uno de los mejores maestros en el mundo.  Enseñará con boca y con su vida, y tendrá una autoridad poco común.

Las palabras apto para enseñar vienen de I Timoteo 3:2.  En Tito 1:9 Pablo desarrolla esta idea un poco más:

..., retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.


Además de ser mencionada en estas listas de requisitos, la capacidad de enseñar es de suma importancia para Pablo en sus cartas a Timoteo y a Tito.  Ellos, como ancianos y pastores, tenían que enseñar todo lo que Pablo les enseñaba.  Y vemos la misma prioridad para los ancianos en las iglesias levantadas por Pablo en el libro de los Hechos.  Ellos también tenían que saber enseñar y defenderse con la pura doctrina de la palabra (Hechos 20:28).

D.  La función del anciano en la iglesia de hoy. Cuando nosotros comenzamos esta parte del estudio, dijimos que el oficio de anciano podría ser caracterizado con dos palabras: enseñanza y supervisión.  Ahora, esperamos que usted pueda entender porqué lo definimos así.  La iglesia de hoy, más que nunca, necesita de esta supervisión y de esta enseñanza.  Animamos a los lectores de este estudio a exigir estas cosas a los ancianos de sus iglesias.  Veremos a continuación algunas de las maneras en que los ancianos de hoy pueden jugar un papel bíblico en sus congregaciones.

La Enseñanza.  Con la excepción del pastor de la congregación, muy pocos ancianos toman en serio su llamamiento bíblico a enseñar.  Y aun los pastores en algunas iglesias prestan poca atención a este mandato bíblico.  En vez de educar y enseñar, muchos simplemente repiten las mismas cosas todo el tiempo.

La enseñanza y la educación requieren estudio de parte del anciano.  Para ser un educador, el individuo siempre tiene que estar aprendiendo.  Por esto, todos los ancianos y líderes de nuestras iglesias deben esforzarse para llegar a un conocimiento completo y para poder compartirlo con otros.  Le toca al anciano estimular el crecimiento intelectual de cada miembro.

En muchas iglesias se ha dejado el ministerio de educación a quien se presente como voluntario.  Cuando se hace esto la congregación no se asegura ni de la madurez de quien enseña, ni de la calidad de la enseñanza.  La educación bíblica es demasiado importante para dejársela a cualquier voluntario.


Dentro de la iglesia cierta educación ocurre en todos los niveles y en todos los programas.  Aquí daremos una idea de cómo el cuerpo de ancianos puede participar y ayudar en esta tarea tan importante.

-La Escuela Dominical.  Casi todas las iglesias evangélicas tienen una escuela dominical.  Pero muchas veces todo lo que sucede en esta escuela dominical depende de lo que puede hacer un profesor joven, de poca experiencia.  Si los ancianos no son suficientes en número, o no son  apropiadamente dotados para participar en la enseñanza a este nivel, ellos deben, por lo menos, hacer todo lo posible para que los profesores tengan materiales buenos y apropiados.  Deben estar no sólo conscientes de todo lo que se enseña en la iglesia, sino que también deben estudiar y aprobarlo antes de que se dé.

-Los Jóvenes.  Todas las iglesias deben tener programas de enseñanza por medio de los cuales la juventud de las mismas pueda llegar a conocer lo que cree su iglesia.  Uno de los ancianos sería la persona ideal para dar dicho estudio.  Dentro de la sociedad de jóvenes, los ancianos también deben asegurar un consejo bíblico y claro en cuanto a todos los problemas que enfrenta la juventud de hoy.

-Los demás sociedades y grupos dentro de la iglesia.  Los ancianos tienen que proveer o enseñanza directa o materiales adecuados para todos los grupos que se reúnen dentro de la iglesia.  Muchas veces pueden confiar en el buen juicio de la persona que dirige la sociedad, pero siempre deben saber lo que se está enseñando.


-El Púlpito.  Los ancianos deben vigilar lo que se predica en la iglesia.  Deben tener cuidado con invitados de afuera, y deben animar a sus pastores a que sigan estudiando.  Ellos mismos deben capacitarse en estudios bíblicos y deben estar dispuestos y preparados siempre para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros (I Pe. 3:15).  En el púlpito o en la calle, le toca al anciano estar listo para enseñar y educar.

Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.  (I Tim. 4:16)

La Supervisión. Ya hemos visto el papel que juega el cuerpo de ancianos en la supervisión del programa educativo de la iglesia.  Deben estar involucrados en todos los niveles de la educación eclesiástica.  Pero la supervisión de los ancianos va mucho más allá que el proveer simplemente un buen programa de educación.  Al anciano no solamente le toca el cuidado de la mente cristiana, sino el cuidado del alma cristiana también.

Aunque muchos creen que este ministerio de cuidado pastoral corresponde exclusivamente al pastor de la iglesia, el NT nos muestra que no es así.  Los pastores sí tenían y tienen responsabilidades especiales, pero todos los ancianos son llamados a apacentar la grey de nuestro Señor (Hch. 20:28 y I Pe. 5:2).  Ofrecemos aquí algunas ideas prácticas en cuanto a cómo los ancianos pueden proveer tal cuidado.

-Distritos o grupos pastorales. Para asegurar que las ovejas de la iglesia reciban la supervisión que necesitan, la iglesia debe ser dividida en distritos o grupos pastorales.  A cada anciano se le asigna un distrito o grupo.  El anciano, entonces, es responsable por cada persona en su grupo.  Organizado de esta manera, todo el mundo sabe a quién le corresponde.  Si hay algún problema, enfermedad o crisis en la familia de un miembro, se sabe a quién le toca tal responsabilidad.


-Visitas familiares. Es importante que el anciano tenga la oportunidad de estar con las familias de los miembros de la iglesia en su hogar.  Debe haber un sistema de visitas pastorales para que los ancianos lleguen a conocer el ambiente familiar de los hermanos de su distrito.  Esta visita puede abrir la puerta de la iglesia a miembros de la familia que no la visitan.  La visita también puede servir para que el anciano pueda hacer  un inventario espiritual del hogar.  Conociendo de cerca las necesidades de la familia, el anciano estará mejor preparado para apacentar a dicha familia.

Será necesario también, visitar las familias de todos los ancianos y la del pastor.  Ellas también necesitan de un cuidado pastoral, y muchas veces son los últimos en recibirlo.

-Identificación y desarrollo de dones espirituales.  En Ef. 4 el Apóstol Pablo habla de cómo Cristo constituyó varios oficios al establecer la iglesia.  El proposito de estos oficios, constituidos por Cristo, era:

a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:12-13)

Si tomamos en serio el propósito de los oficios de la iglesia y la naturaleza del oficio de anciano, tenemos que concluir en que el anciano debe trabajar con los nuevos miembros, ayudándoles a descubrir y a desarrollar los dones y ministerios que el Señor les ha dado.  Si en verdad creemos que el anciano debe capacitar y preparar, es aquí donde nosotros debemos comenzar.

-Supervisión de los cultos.  Los ancianos son responsables para todo lo que sucede dentro del culto.  Para hacer un buen trabajo, habrá que haber una buena preparación y coordinación de los elementos del culto.  No debemos dar oportunidad a todo dentro de nuestros cultos.  Hay que tener cuidado y trabajar decentemente y con orden.


-Supervisión de los sacramentos.  Los sacramentos son señales y sellos de la gracia de nuestro Señor.  Ellos fueron instituidos por el mismo Señor y deben celebrarse con cuidado y seriedad (I Cor. 11:27,28).  Puesto que los ancianos son los responsables por la enseñanza y la supervisión espiritual de la congregación, es natural que ellos también se encarguen de los sacramentos.

-Supervisión de la disciplina.  Nosotros dijimos en el estudio El Oficio de Creyente que todos los miembros tenían una responsablidad en la disciplina de los demás.  Cuando se presenta un problema, o cuando se comete un pecado, la persona que lo observa debe tratarlo con la persona que lo comete (Mt. 18:15).  Al no resolver el problema a este nivel, se lo debe entregar a los encargados de la vida espiritual de la congregación: se lo debe entregar a los ancianos.

18.  Además de los mismos requisitos para diáconos, los

ancianos tienen que ser buenos en las

_________________________________ y tienen que ser

____________________________________.



19. Cuáles son algunos de los consejos que ofrecen Pablo y Pedro en cuanto a la relación entre el anciano y los miembros de su iglesia?

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20. Dónde deben ejercer los ancianos su don de enseñanza?

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21. Cómo pueden los ancianos asegurar que haya un buen cuidado pastoral en su iglesia?  (6 áreas)

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III.  El Consistorio en la Tradición Reformada:

Habiendo estudiado estos dos oficios permanentes y establecidos por los apóstoles, concluimos ahora con algunas palabras sobre el cuerpo gobernante de la iglesia local: el consistorio.

La palabra consistorio significa la asamblea que gobierna la iglesia.  En muchas iglesias evangélicas, hay un comité o una junta directiva.  Pero la iglesia reformada siempre ha utilizado la palabra consistorio para referirse a este grupo gobernante de la iglesia.

A.  Los miembros del consistorio

El consistorio en la Iglesia Cristiana Reformada está compuesto por los ancianos (uno de ellos siendo el pastor), y los diáconos.  Tradicionalmente se ha limitado la función de gobernar y ejercer autoridad al cuerpo de ancianos.  Pero más y más la iglesia se está dando cuenta de la importancia del ministerio del diaconado.  Y por esta y otras razones, muchos diáconos están funcionando como miembros en pleno de los consistorios de nuestras iglesias.

B.  La función del consistorio

Sencillamente, el consistorio es la asamblea donde se coordinan  todos los ministerios que hemos visto y estudiado en estas páginas, y muchos más.  Por razones de tiempo y eficiencia, los dos cuerpos pueden reunirse aparte.  Pero ya que la coordinación de ambos ministerios es tan importante, no pueden dejar de reunirse juntos regularmente.

Una vez más, quisiéramos animar al lector a volver a la Palabra de Dios para encontrar el patrón verdadero para la estructura de la iglesia.  Hay muchísimas estructuras y maneras de organizarse operando dentro la iglesia de hoy, pero volvemos y repetimos que el mejor modelo es el modelo bíblico. Qué el Señor nos ayude a seguirlo!

Notas:

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